martes, 8 de diciembre de 2015

Camino a la enseñanza

No puedo obligarte a querer a alguien, a abrir tu corazón al mundo, a actuar por tus sentimientos actuales y no por tus recuerdos dolorosos.

Cuan difícil es comprometerse con alguien, con un futuro juntos y cuan fácil alejarse y cerrarse en uno mismo pensando que no era el lugar ni el momento.
Ojalá la experiencia nos hiciera más sabios y no más desconfiados. Aprendiéramos que no hay que depender para querer a alguien ni sufrir para dejar ir.

Las ilusiones y los sueños son esenciales y nos hacen ir hacía donde queremos pero son los pequeños encuentros y momentos compartidos con otros los que llenan el camino, nos dan energía y conocimiento para seguir, nos reconfortan cuando estamos desilusionados y nos orientan si nos sentimos perdidos.

Quisiera explicarte lo que aprendí por seguir solo a la razón y dejar de lado a la emoción, por no ver a los que me querían sino a los que me decepcionaban, pero solo entenderás a partir de tus propias vivencias no de las ajenas.

Te diría que tus propósitos reales no cambiarán por mucho que te unas a alguien, que todo tiene una fecha de caducidad pero no hay que decidir por ella. Si quieres lograr algo lo harás pase lo que pase, estés sólo o acompañado, porque existe el compromiso y la entrega. Hay tiempo suficiente, tu eres quien te apremia.

<Disfruta de quien aparezca en tu día porque algo está dispuesto a enseñarte o a aprender de ti.>

2 comentarios:

  1. Haaaaa me encantooo es verdad!! Sobre todo la ultima frase

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  2. Si pienso en Chile, pienso en ti... solo 1h de vernos y sin embargo dejaste una huella profunda... Así de rara es la mente humana, cuando unos ven un árbol otros vemos un ser querido.
    Espero que estes bien, donde sea que estes.
    Viajante! del espacio y del tiempo

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